Llegando a la toma de la distrital, veo
docentes y estudiantes tomando mate con guitarra en mano armando cánticos que
den cuenta de lo que está pasando en las escuelas tigrenses. Me sumo a una de
las conversaciones en la que una docente se pregunta qué es lo que tenemos en
común todxs lxs que no cobran. Una pidió acrecentamiento, otra titularizó, otra
pidió MAD. Todxs aquellxs que hicieron algún movimiento o cambio en la
situación de revista fueron sancionados con el no pago de sus haberes. Segunda
ronda de mate con una nueva pregunta circulando, ¿esto pasa en toda la
provincia o en Tigre principalmente? En eso se acerca un delegado de SUTEBA que
atentamente escuchaba la charla, y nos comenta que en la mayoría de los
distritos no han tenido los problemas que estamos teniendo en Tigre. Se hace un
silencio seguida de una reflexión: “pero entonces, no fueron todos los docentes
que hicieron movimientos “sancionados” con el no pago de sus haberes, sino solo
los de Tigre”. Sanción por trabajar en Tigre. En eso pasa una camioneta con
unos parlantes por los que se podía escuchar una publicidad de Massa. Nos
miramos, y recordamos las difíciles relaciones que hay entre la provincia de
Buenos Aires y Massa. Cientos de docentes sin cobrar quedamos atrapados en una
batalla política, o mejor dicho en una batalla de la mala política. Nadie se
anima a hacer un pronóstico. Casi sin hablar, decidimos seguir pensando
cánticos en un intento de no ahogarnos en las aguas turbias en las que hay que
remar.
¿Qué pasa en la 12?
La 12 viene prendida fuego. Hay reuniones en la sala de profesores , en las puertas de los salones, hay celulares que arden y delegaciones sindicales en la estación fluvial. Whatsapp!! Qué nos esta pasando? Las pasiones están exaltadas y la reflexión no es lo que abunda. Nos pareció entonces volver a convocar este medio de difusión con el espíritu de darnos un espacio para pensar nuestra actividad en estos acelerados tiempos donde el nuevo gobierno ajusta la señal también en los canales educativos. AHORA 12 como siempre espera tus comentarios y colaboraciones.
viernes, 24 de abril de 2015
Cambios, defunciones
“Cambio de funciones” me grita Carlitos por encima del ruido del
motor de la Seihueque. Ahí me despierto
y le pido que reitere lo dicho mientras nos arrimamos a un muelle. “Las auxiliares quieren pedir Cambio de
funciones para otra escuela ” me repite, un tanto irritado, mientras mira los malos resultados del Gran
DT. No me atrevo a preguntarle mas
detalles pero lo intento con el profe de Lengua. Este me cuenta que los estudiantes de la
escuela han hecho unas pintadas en los salones y hubo quejas de la
primaria. Agrega entonces que Guillermo
paso por las aulas con dos auxiliares explicando a los estudiantes, la
necesidad de mantener limpias las
paredes y que , en un salón llego a decir “que él
podía hacer echar a las porteras si estas no cumplían sus funciones” Ante este relato imagino que los mates que
estamos compartiendo con el de
Matemática contienen sustancias alucinógenas.
Me repongo de la noticia y comento: “Nunca había pasado esto en la 12”
digo y a la vez pienso que vengo repitiendo este comentario todas las
semanas. Varios mueven la cabeza y
alguien comenta que otras personas con cargos quieren emprender movimientos
migratorios `por arbitrariedades parecidas.
Rogelio, el graffitero
Me encuentro caminando por los pasillos
de la escuela y me doy cuenta de que sigo pensando en dos temas que no me
abandonan. Uno es de las paredes con escrituras adolescentes y el
otro refiere al movimiento migratorio de los cargos. Estoy en eso cuando un estudiante me susurra al pasar que
Rogelio anda triste y cuando trato de preguntarle ya es tarde, nuestro
informante anónimo se retira rápidamente al salón. Todos conocemos a Rogelio, sabemos de sus
méritos y sus dificultades cuando de
cursar se trata y de su gran predisposición a colaborar en todo. Más tarde me entero de una versión de lo
sucedido. Un profesor había visto a Rogelio con un trapo limpiando
una de las pintadas adolescentes y frente a la pregunta obligada de porque
hacía lo que hacía la respuesta fue sorprendente. El director le dijo que si no lo hacía le
podía restar créditos. Nos cuesta
imaginar a Rogelio con un pasamontañas y un aerosol escondido entre sus ropas, digamos que no es
creíble que esté implicado en las pintadas. En fin , no sabemos si esta versión
es cierta lo que sí sabemos es que esta no es la idea de la convivencia a la
que venimos acostumbrados los de la 12.
jueves, 23 de abril de 2015
Firmamos en disconformidad
Un martes mientras viajamos en las
líneas Ramaro comento a Carlitos el episodio.
Y juntos hipotetizamos lo siguiente.
Supongamos que una docente tiene inconvenientes con la disciplina en el aula y que una
preceptora, ponele, eleva un par de actas porque algunos estudiantes se rajaron
de la clase aprovechando los disturbios. Entonces que hacíamos? Se pregunta el
profe de Historia que es ducho en Consejos de Convivencia y se contesta
: “Convocábamos al Consejo y tratábamos el tema”. Claro, digo yo. Pero una sombra aparece en mi semblante.
Y si en cambio, en vez de convocar al Consejo de Convivencia, se amenazara a la docente con “observarle la
clase” y “bajarle la calificación” me
pregunto en voz alta. Y Carlitos ,
mientras corrige un trabajo, dice:”
Imposible, algo así jamás pasaría en la 12”.
Me quedo tranquilo y me digo que eso solo podría pasar en otras escuelas
donde si fuésemos la docente afectada, firmaríamos en disconformidad.
Esperando a la Seyhueque
Estamos con Martín, el profe de lengua, en el Museo Sarmiento , cuando se acerca Guillermo el
dizque nuevo director de la escuela. Sin
mediar saludo pregunta si tengo los Acuerdos Institucionales de Convivencia
(AIC). Las que leen se preguntaran que
son los AIC, aunque seguro muchas oyeron hablar de las tumultuosas reuniones
del Consejo de Convivencia del año pasado.
Muchas cuestiones que hacen a la convivencia de la 12 se fueron tratando
ahí, de hecho, muchos docentes fueron participes de arduas discusiones junto a los consejeros estudiantiles y todas vimos desfilar buena parte de los
problemas de la escuela por el Consejo desde hace ya unos 10 años. Pero nada de esto parece saber nuestro
acalorado director que reclama a voz en cuello los benditos AICs para asombro
de Martín que nunca antes lo había visto
y me mira con desconcierto.
Los AIC se envían a La Plata para que sus
funcionarios den el OK y lo hagan oficial y con esta bendición oficial
funcionan las sesiones del Consejo. La última
vez que se hizo esto fue en época de Marta Simonetti y fueron mínimamente revisados en la gestión de Sonia
Baldochi. Explico pacientemente esto
a Guillermo quien afirma que es
indispensable, pegarlos en los cuadernos de comunicados (alguien vio este año
el cuaderno de comunicados?) y que todos
“se notifiquen”. Le comento que prefiero
actuar como se hizo antes. O sea convocar
a reunión de toda la escuela con docentes, estudiantes y padres y ahí refrendar
los acuerdos y poner en marcha el Consejo.
En un auténtico diálogo de sordos,
yo insisto en que primero la reunión y luego la “notificación” y el
invierte los términos: primero la notificación y luego la reunión. Empiezo a hablar acerca de las virtudes de
la democracia pero llega la Seyhueque y todo queda ahí.
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